Había esperado aquel momento, días o quizá semanas. Allí en aquel bar, sentada en una mesa, casi no podía controlar unos instintos que me pedían sangre, sangre de todos los que bebían en sus mesas y taburetes. Para no llamar demasiado la atención decidí sentarme en la mesa del fondo, y esperar pacientemente los minutos que me separaran de aquel hombre.
Todo lo que me rodeaba, me parecía increíble, taburetes tallados a mano, mesas de madera con manteles blancos debidamente colocados, encima de ellas un vaso con tres flores exactas, amarilla, roja y negra, en la barra del bar, había señores bebiendo y bebiendo, yo creo que demasiado, me llamaba la atención su manera de divertirse, eso no tenía que ser sano.
Detrás de la barra había una chica sirviendo las copas, perfectamente peinada, y debidamente conjuntada, más bien parecía un uniforme.
En seguida se acercó la chica a mi mesa y me dijo
– Hola señorita, ¿que desea tomar? Dijo amablemente.
– Pues.. ¿Podrías traerme agua?
– Si claro, ¿y para comer?
– No para comer nada gracias. Dije amablemente
– Ahora mismo se lo traigo. Se retiró.
Mmm… Para comer le hubiese dicho que ella. Jeje olía extremadamente deliciosa…
Tome una revista de decoración de casas, había cosas interesantes, pero nada como lo que había aprendido con Oliver.
En aquel momento en el que miraba algunos cojines de colores, se abrió la puerta, seguro que si hubiese tenido corazón estaba a mil por hora.
Venía vestido con unos pantalones de pinzas y una camisa perfectamente abotonada, pelo rubio y largo, parecía mucho más alto que como había visto, sus zapatos relucían , no como los de los otros hombres del bar que tenían un aspecto muy descuidado. Ya no olía a humanos, ahora tenía el aroma de un vampiro, era el aroma más dulce que jamás había olido, estaba tan enamorada de él como de su olor, volví a aspirar por la nariz, hasta que memorice cada nota de perfume.
Estaba totalmente decidida a acercarme y sin pensarlo más me levante. El me miro, y vi. en su cara la expresión de la sorpresa, enseguida se controló pude verlo en sus facciones según me iba acercando, pude sentir como algo actuaba sobre mí y me tranquilizaba, pude ver cada milímetro de su cara, era perfecto ya casi me encontraba a su lado cuando de repente me sonrío.
– Hola señorita. Me dijo, tomándome por sorpresa.
– Hola caballero. Respondí.
– ¿Su nombre es? Pregunto de nuevo sorprendiéndome.
– Me llamo Alice. ¿Y usted?
– Perdón por no decirle, mi nombre es Jazzper. Contestó.
– Encantada de conocerte, llevo días esperando este momento.
– Perdón ¿cómo dice? Me dijo aún más sorprendido.
– Si, vi como llegaban a este lugar.
Él no sabía que decirme exactamente,
– Si quieres podemos abandonar este lugar y hablar un rato.. Estoy deseando conocerte más a fondo..
De nuevo, su expresión de sorpresa. No sabía qué decirme. Sé que es difícil de entender pero te lo explicaré más detenidamente en otro lugar.
– ¿Nos vamos? Pregunte.
– Desearía alimentarme antes, tengo un poco de sed. Si no me alimento no podré estar con usted 100% señorita.
Decidí no esperar más, deseaba con todas mis fuerzas a ese hombre. Así que decidí ser la primera en atacar.
Los humanos no tuvieron tiempo en reaccionar cuando se quisieron dar cuenta Jazzper les había golpeado de tal manera que reposaban inconscientes en el suelo. Pudimos beber con toda la calma ya que por las horas que eran nadie más entraría en aquel local. No nos demoramos demasiado en alimentarnos, yo no tenía demasiada sed, ya que el día anterior me había alimentado lo suficiente para poder acudir a esperar.
Cuando acabe, espere a que el acabara con todos los que habíamos matado. Observe cada movimiento que el hacía con el fin de aprender. Me había manchado bastante con la sangre de los borrachos, por cierto sabían fatal!
Recordar el sabor de la sangre me daba auténtica repulsión, no puedo describirlo exactamente, ya que no había probado nunca sangre tan mala, prefería beber otro cerdito como la primera vez antes que a otros borrachines.
El cazaba elegantemente, parecía que llevaba mucho tiempo haciéndolo, tenía muchas preguntas para hacerle, pero su pelo dorado conseguía distraerme…
Para cuando acabó, yo había memorizado cada uno de sus movimientos, él no se había manchado ni una sola gota, de repente me enseñó su sonrisa más seductora. La que era capaz de hacer que me derritiera,.
No podía dejar de mirarlo, tenía una pequeña intuición, sabía que yo también le gustaba. Lejos de aquel lugar no habíamos intercambiado palabras, solo nos mirábamos a los ojos. Las miradas parecían decirlo todo. Finalmente decidí besarlo y esperar el mismo sentimiento por su parte. Sabía que era un tanto difícil pero no me iba a rendir, según me había dicho Oliver , yo era muy persuasiva así que , atacaría esa noche con todas mis armas de mujer. Sentía que si no lo hacía le perdería para siempre y no estaba dispuesta a renunciar a aquel vampiro tan guapo. Ya habría tiempo de hablar ahora solo deseaba hacerle mío, cuanto antes. El me miraba de la misma manera, podía ver reflejado en sus ojos el deseo, la pasión y la ternura que su rostro reflejaba. Yo tenía exactamente el mismo sentimiento, nunca me había sentido así, estaba feliz.
Encontramos una cabaña. No tenía ni un solo lujo, pero en un halcón encontré algo de ropa, jazz se rio al verme en qué estado había quedado mi antiguo y nuevo vestido. No era gran cosa pero bueno al menos no parecía que había matado a 15 humanos.
– ¿verdad que me sienta bien? Le pregunte
– Si, usted esta hermosa con cualquier trapito. Me dijo
– En serio.¿ Me está bien? Insistí
– Me gustaría que usted no tuviera nada de ropa, aquello me tomo un poco por sorpresa
Deje caer los tirantes que sujetaban el vestido, solté mi pelo y removí mi cabeza, mientras el atónito me miraba ,. Me baje delicadamente las medias, y me acerque
– Señorita… Pero. Intento decirme
– Pero nada, He estado esperándote tanto tiempo que es lo que deseo. Te deseo Jazzper.
El me abrazo, y me dijo
– Nunca había conocido a nadie como tú. Y me beso.
El fuego recorrió cada milímetro de mi piel. Nunca me había sentido tan atrevida pero en ese momento era lo único que deseaba y el a través de sus besos me transmitió la misma sensación.
Por fin había encontrado la horma de mi zapato.
Después de recordar el principio y como nos conocimos. Ya era la hora de montar mi tienda, este era por supuesto un nuevo reto que estaba dispuesta a enfrentar junto a la boda de Ness con Jake.
Estaba colocando mi ropa, deseaba renovar todo el vestuario de la familia para la temporada, así podría estar totalmente libre para el negocio familiar, no sabía todavía el nombre, estaba segura que pronto llegaría, tome un viejo jersey de bella, parecía el que le regale para la graduación del último curso, si debía ser ese, casi había perdido el color, cuando vino a mi mente otro recuerdo, esta vez era cuando nos encontramos con los Cullen.
Habíamos corrido miles de aventuras y también muchas noches de pasión, pero nosotros no estábamos hechos para vivir solos, yo tenía todavía la ilusión de tener una familia aunque no fuese la verdadera., jazz no me puso muchos peros, pero él me había contado lo que le sucedió con aquella vampira llamada María.