¿Estás aterrorizado por el fracaso y mortificado por la mediocridad?
¿La gente te dice que eres inteligente pero sabes que son delirantes?
¿Tu dignidad depende de tus logros?
¿Estás asustado por el éxito?
Bienvenido al mundo desconcertante de la mente de selva tropical. Y a tu compañero constante: El Perfeccionismo.
Si realmente eras precoz como niño, puedes haber recibido muchas alabanzas por tus logros. Lo cual puede haberse sentido grandioso en ese momento. Pero también te dio el mensaje de que ser inteligente era todo. Incluyendo la razón por la que eras amado. No es útil en el largo plazo.
Y si en la escuela no tenías que estudiar. Conocías el material antes de que te lo enseñaran. Entonces, llegaste a creer que la inteligencia significaba que aprender siempre es fácil. No es útil en el largo plazo.
Y si – Los errores simples son fracasos totales. Esperas saber cómo hacer todas las cosas realmente bien. Y tienes estándares muy altos que nunca alcanzas.
Entonces – Sabes, que será claro para todos en el multiverso, que no eres tan inteligente después de todo. Eres un impostor.
Y sin embargo – Si de alguna manera, a tu pesar, se hace claro para todos en el multiverso que ERES inteligente, bueno, esa no es la respuesta tampoco. Tanta presión para mantener el engaño. Demasiada presión.
¿Qué diablos haces?
Procrastinas, por supuesto. Es el plan ideal. Si esperas hasta el último minuto y no alcanzas la grandeza, puedes culparte de la falta de tiempo. Y evitas la bala de la humillación. Por el momento.
¿Qué más haces?
No intentas nada si no se te garantiza una victoria.
Estás paralizado por la página en blanco.
Te unes al circo.
La verdad: Pensabas que todo esto se debía a tu personalidad neurótica obsesiva-compulsiva, no tan brillante. Pero ahora ya sabes.
Es tu mente de la selva tropical.
Hasta las mejores selvas tropicales, también deben limpiarse para que los brotes más importantes y apasionantes puedan llegar mas arriba y hacía el sol, libres de las parásitas y de las roba-luz.
Gracias por tu comentario 😉