Después de recordar el principio y como nos conocimos. Ya era la hora de montar mi tienda, este era por supuesto un nuevo reto que estaba dispuesta a enfrentar junto a la boda de Ness con Jake.
Estaba colocando mi ropa, deseaba renovar todo el vestuario de la familia para la temporada, así podría estar totalmente libre para el negocio familiar, no sabía todavía el nombre, estaba segura que pronto llegaría, tome un viejo jersey de bella, parecía el que le regale para la graduación del último curso, si debía ser ese, casi había perdido el color, cuando vino a mi mente otro recuerdo, esta vez era cuando nos encontramos con los Cullen.
< habíamos corrido miles de aventuras y también muchas noches de pasión, pero nosotros no estábamos hechos para vivir solos, yo tenía todavía la ilusión de tener una familia aunque no fuese la verdadera., jazz no me puso muchos peros, pero él me había contado lo que le sucedió con aquella vampira llamada María.
Nos encontrábamos en argentina, habíamos estado visitando miles de lugares donde yo nunca había estado, cuando me vino la visión de una familia de 5 vampiros, cuatro de ellos rubios y uno muy grande moreno, ellos Vivian en un lugar con mucha flora y mucha fauna, pero lo que me llamaba la atención de ellos es que al contrario de nosotros dos ellos tenían los ojos de color dorado. Como no iba a sorprenderme si nosotros teníamos los ojos rojos como el rubí incluso me atrevía a decir que mi color era más brillante que el de mi compañero.
El lugar que les rodeaba era acogedor, claro que con un poco de lo que había aprendido con Oliver.aquella casa sería sin duda mejorable, pude fijarme el cómo eran cada uno de ellos, y todos eran peculiares, cazaban animales en vez de personas,
Aquello fue sin duda un motivo de sobresalto y la visión ceso.
Aquella familia seguro que nos necesitaban, yo necesitaba un cambio y ese cambio llego justo cuando nos unimos al clan Cullen, ese era un extraño apellido, pero me gustaba,
Lo que más me gustaba era la idea de tener una familia, hermanos, sobre todo unos padres que me quieran.
Por suerte los Cullen nos aceptaron y somos una gran familia más la familia creció con bella y con Ness, somos todos muy felices, nunca pensé que las cosas nos iban a ir también. Solo tenía un miedo, un miedo que a veces hacia que todo se volviese negro, todavía no había averiguado que era lo que las visiones ocultaban.
Desde que los vulturis se habían acercado tanto a nuestra familia, éramos una piña. Nosotros y todos los amigos que nos apoyaron en nuestra lucha contra ellos, pero ahora contábamos con bella, ahora ella era una de nosotros mucho más fuerte y con muchos más poder desde que controlaba 100% sus poderes.
Tenía que contarle todo esto a Jazzper. Aunque el por si estado de ánimo ya sabría cómo me sentía, todos los días me consolaba, mis llantos sin lágrimas. La realidad se acercaba y estábamos preparados para todo. Así que sin entretenerme muchos más llame a Nessy y nos pusimos a buscar cosas en Internet.. Estuvimos horas. Cuando:
Alice– me llamó Jazper
– por favor, deja eso un momento ¿sí?
–Ya no tardo Jazz, le dije y continué tecleando en el ordenador, enviando consultas sobre precios de catering, haciendo combinaciones de telas para los trajes, buscando modelos de vestidos, en resumen disfrutando como niño con vía libre en la juguetería.
En sólo un momento estuve sentada en el somier de nuestro cuarto.
Con sólo rozarlo me sentí tranquila.
–Gracias. Susurré antes de besar sus labios. Luego usó su don para alterarme hasta el punto de hacer que me fuera imposible alejarme de él durante un buen rato.
La sensación cesó de pronto y pasó al otro extremo, de pura relajación, era una leve sensación de desmayo pero me las ingenié para decir:
–Sabes que esto es innecesario, mientras consideraba la posibilidad de alejarme para regañarlo con algo más de convicción, pero vi que no serviría de nada, de modo que la descarté.
Su sonrisa era amplia. Le gruñí y se carcajeó, aproveché para darle unos cuantos golpes, no le hice daño por supuesto, pero no quería dejarlo pasar. Sabía que no respondería, era una pequeña ventaja teniendo en cuenta lo poco que tardó en serenarme otra vez.
Esta vez me aparté de él.
– Debía desquitarme, en la medida de las posibilidades.
– ¿Te molesta? Preguntó frunciendo el ceño
– Si es así… continuó, pero lo detuve.
–No manipules mis ánimos, y sabes que estás preguntando una estupidez.
–No lo creo. Discrepó y rodé los ojos
Últimamente has estado tan absorbida con toda la organización de la boda, siempre nerviosa…
–Sabes el motivo. Respondí.
–Y tú sabes que aunque no tengas visiones todo saldrá perfecto. Tú eres así, doy cualquier parte de mi cuerpo mordisqueado en garantía, bromeó.
Tuve que reírme. Al instante siguiente tuve una visión.
–Vas a ir a jugar un partido de fútbol. Le avisé
– Y Emm entra en 3, 2, 1…
Nuestro hermano asomó la cabeza por la puerta.
– ¿Vienes? preguntó con una sonrisa amplia.
–Claro, respondió él tranquilamente y me besó antes de salir.
Escaneé el futuro, por pura costumbre.
Reneesme me había quedado dormida. Y fui en busca de algo para distraerme.
Esme estaba en su despacho retratando otro paisaje de nuestra reciente visita a Brasil, estaría allí una hora más aproximadamente, y el cuadro quedaría hermoso, por supuesto.
Rose cepillaba su cabello frente al espejo en su cuarto y se reuniría conmigo en poco tiempo, disfrutaba sobremanera la música proveniente del salón, donde Edward estaba ensimismado en su piano.
Bajé las escaleras y fui a reunirme con él
“Hola maestro” pensé mientras me sentaba a su lado y me sonrió sin abandonar su tarea ”¿Le molestaría una pequeña y deplorable compañía vocal?”
Se rió.
– ¿Deplorable? Ni siquiera uno de tus cabellos merece esa calificación hermanita, dijo.
–Eres tan dulce. Dije pellizcando su mejilla.
–Aquí Alice, dijo cambiando la melodía para convertirla en mi favorita de Chopsticks y yo canté complacida.
En cuanto la canción acabó Rose pasó como un rayo a nuestro lado despeinando a Edward, que frunció el ceño y se pasó la mano por el pelo para volver a darle forma. Mi hermana se reía parada a mi lado.
– Si no te mueves ya la media hora pasada habrá servido para nada Rose– le advertí divertida. Ella se alejó unos pocos metros de nosotros y fue al ordenador entre risas.
– Qué hábil eres. Le dijo a Edward burlándose.
– Son unas tramposas. Claro, dos contra uno, muy bonito. se quejó
– Pero ya verán, el que ríe al último ríe mejor.
– ¡Oooh! dijimos al unísono en son de mofa y él esbozó una sonrisa de suficiencia.
–Ven Alice, dijo encendiendo el ordenador. Ella aún estaba indecisa sobre el color de su vestuario, trataría de convencerla para que usara rojo.
– ¿Cuánto tardarán en regresar…?
– Una hora al menos, ya sabes que no puedo asegurar nada porque los lobos también participan, emmet estaba esperando tener su revancha con Sam…
Edward se carcajeó.
– ¿Has buscado…? preguntó Rose.
–Sí– me miró ceñuda y me reí.
–Prefiero que me dejes terminar una frase Alice. Dijo cortante.
–Lo sé, disculpa.
En aquel momento las visiones que tenía no eran claras.. Edward pudo ver igual que yo que algo se acercaba pero gracias a los lobos no podíamos saber claramente lo que era.
Solo el mismo futuro nos desvelaría el nuestro.
En ese momento Bella y Ness entraron en la casa.
– Hola, saludaron ambas y todos respondimos.
– Tenemos que hablar sobre eso Reneesme, dijo Edward en tono duro.
Todos los miramos confundidos.
– Pero papá…, dijo ella.
– Edward, dijo Bella en tono entre tranquilizador y temeroso.
– A solas, Edward más tranquilo.
– Como quieras– dijo mi sobrina y ambos abandonaron la estancia por sólo dos minutos. Nosotras estábamos expectantes e intrigadas, pero cuando volvieron escuchamos decir a Edward:
– Un error de interpretación, discúlpame corazón.
– No hay problema. Contestó ella y suspiramos aliviadas.
– ¿Cómo están las tías más lindas?. preguntó ella en tono zalamero.
– Muy bien. Dijo Rose
– ¿Y tú?
–Bien, ¿Saben? Estuve charlando con Sue y me contó cosas sobre su boda, ambas nos interesamos al instante, cualquier aporte era útil.
–Jake entonces recordó que Billy conserva el vestido que usó su madre y sugirió que podría utilizarlo, haciéndole unos cuantos arreglos. Me pareció una excelente idea, y a mamá también.
–Eso estaría bien, podríamos… comencé a decir pero continuó.
–El diseñador Peter Stephenson me parece una excelente opción, he visto sus creaciones y realmente me han encantado.
Sentí como las comisuras de mi boca se venían abajo. No pude ni siquiera mirar a Rosalie.
Ella realmente pensaba dejar su vestido en manos de un extraño en vez de dejármelo…
– ¿Qué sucede tía? preguntó ella sin entender
– ¿Tienes una mejor idea?
Bella me miró con aflicción. Estaba segura que ella y Rose eran las únicas que me entendían.
–Eh… solo pude decir. Sentía los ojos secos. Quería echar a llorar. ¿Cómo era posible que me hiciera esto?
– No, está bien, me las ingenie para decir.
–Ah, vale, dijo Ness
– Lo decidí de este modo, porque me parece que ustedes tienen suficiente con toda la organización.
–Claro si tú lo crees… conveniente, dijo mi hermana
– Bueno, ven.
– Me tomó la mano y me guió hacia la salida casi sin que me diera cuenta de ello.
No me atrevía a mirar a nadie para que no se percataran de cuanto me lastimaba esto, pero creo que se daban cuenta.
– Es todo lo que soy capaz de hacer papá. Le oí decir y nos alcanzó a pocos metros de la casa.
Edward no lograba contener la risa, pocas veces lo había visto tan jubiloso.
–Y es suficiente, dijo aún sin dejar de reír.
– ¿Les di un buen susto verdad? Dijo tomándonos a cada una bajo uno de sus brazos y besando nuestras mejillas.
– Perdonen, fue idea de papá.
–Lo sabemos, dijimos con enfado.
Y así comenzaba el momento más importante de la vida de Jake y Nessy.