Llego el momento, los nervios por no saber lo que ocurriría esa noche embargaban mi cuerpo, aunque mama no podía notarme nada, papa me había enseñado muy bien como disimular ante mama,
–Ness ¿esta lista? Pregunto mama.
– Si mama, se nos hace tarde las tías nos deben estar esperando ya, nos hemos retrasado bastante con la ropa. Conteste
Mama odiaba tener que conjuntarse tanto como para que la tía Alice no le echara una mirada furiosa. Eche la vista hacia delante y mama estaba inmóvil en la puerta, se notaba feliz e incluso nerviosa a la vez.
– Nessy. ¡El tiempo nos apremia! Grito urgente mama,
– Tengo que coger el móvil por si Jake me llama. Conteste.
Mama puso los ojos en blanco y yo sonreí mientras salía por la puerta.
El camino hasta casa de los abuelos no fue largo, me encanta correr con mama por el bosque mientras los pajarillos huían por el miedo que le tenían a mama.
Me di cuenta que había descuidado el bolsillo del vaquero y el móvil había caído.
– ¡Mama! Tengo que dar la vuelta.
– ¿qué pasa cariño? Que te ocurre. Dijo mama
– No te preocupes, el móvil resbalo del bolsillo y no lo tengo. Tengo que ir a buscarlo. Vete de camino no tardare mucho en ir.
– Está bien pero no te retrases, sabes que la abuela y tus tías nos están esperando. Se pondrán ansiosas y furiosas. Jajaj
– Solo dadme 5 min. ¡No tardo! Le dije a mama y me di la vuelta enseguida, vi como mama desaparece rápidamente a mi espalda, y continúe a un paso más relajado, tener la presión de mi madre siempre a mi espalda me hacía sentir en continua vigilancia. Y a nadie le gusta eso.
Un silencio sepulcral reinaba en el bosque, era extraño porque mama ya no estaba y los animales siempre se acercaban por curiosidad a mi olor. Pero no se escucha ni se ve nada!! Decidí continuar mi camino si no se pondrían furiosas si me retrasaba mucho más. Cogí una flor del bosque y la coloque sobre mis orejas cuando quise levantarme recibí un fuerte golpe en la nuca y la oscuridad reino.
Empezaba a coger algo de consciencia, todavía no podía abrir los ojos, pero podía escuchar un motor, y susurros a mi alrededor, aunque sinceramente no lograba entender, mis manos parecían atadas a algo, quería retirarme el pelo de la cara pero estaban bien apretadas.
Ahora me notaba con fuerzas suficientes para abrir los ojos, la nuca me dolía, era un dolor intensísimo, nunca mi cuerpo había tenido un dolor comparable a este.
Sople para retirar los mechones que colgaban sobre mi cara. A ver si podía ver algo, y eureka!!
– Debemos mantenernos discretos. Dice una voz de mujer.
– Si, llegaremos a roma en 1 hora. Contesto un hombre con voz muy masculina.
– Aro estará satisfecho cuando lleguemos con el trabajo hecho. Dijo la voz femenina,
– Si, pero a lo mejor no tendrás recompensa cuando vea que le has causado daño a la chica.
– ¡Cállate! Dijo la mujer furiosa, estoy segura que me felicitara, y con un poco de suerte por fin me dará a la humana de la recepción.
Ambos se reían y cuchicheaban. Yo sople y por fin pude ver quien eran las personas que susurraban.
Solo se veían capas negras, debíamos estar en un avión, me mantuve inmóvil, así no levantaría sospechas, y podría enterarme para que me llevaban a roma, pude acordarme de mi familia! Estaría preocupados por mí, papa estará furioso, Jake, tía Alice, tío emmet y mama, sobre todo mama!
Las lágrimas querían caer sobre mis mejillas pero tenía que estar fuerte si los 2 encapuchados descubrían que estaba despierta podrían golpearme de nuevo o quién sabe. Suspire….
Aquel sonido hizo que la mujer se levantara y me golpeo de nuevo. Perdí la consciencia y el silencio y la negrura se hicieron dueños de mi mente.
Frío, humedad, en un lugar oscuro, el eco de los pasos cada vez era más fuerte no debían estar lejos. Esta vez mis ojos se abrieron pero no podía ver nada tenía una bolsa negra en la cabeza pero a diferencia la otra vez mis manos estaban libres, las levante poco a poco, era muy fuerte el dolor de la cabeza tras recibir los 2 golpes que Jane me había propinado en el avión. Me toque la cabeza, el cuello.
– Adelante puedes quitarte la bolsa de la cabeza. Escuche entre la oscuridad del momento.
– Gracias. Conteste. Me deshice rápidamente de aquella bolsa apestosa, una luz brillante cegó mis ojos, poco a poco comencé a ver sillas, lámparas gigantes, y personas con capas marrones y negras a mi alrededor, al fondo, tres sillas subidas en un preparado escenario, cada una de ellas era similar a la siguiente pero no iguales, la más grande de todas y aparentemente más glamorosa, me preguntaba dónde estaban situados los ocupantes de las sillas. No lograba recordar bien como era Aro, ni los demás, estaba claro que los que me habían llevado allí de aquellas malas maceran no querían nada bueno.
Note que me inmovilizaban, los dueños de aquellas sillas se encontraban a mis espaldas notaba su respiración, podía oler y reconocer el olor de aquellos vampiros.
– Bona será, Reneesme, te preguntaras que haces aquí.
– Hola respondí tímidamente. Necesito hablar con mi familia estarán muy preocupados,
– Tranquila pronto tendrán noticia tuyas, de momento no has sufrido ningún daño. ¿ o sí? Me pregunto una voz suave y calmada.
– Pues la verdad…. Quería continuar hablando pero un dolor intenso recorrió mi columna vertebral y! me doblego! ¡ Era un dolor que no me permitía ni si quiera gritar! Aunque lo deseaba con todas mis fuerzas.
– Jane, ¡Basta! Grito furiosos
– Si amo. Contesto
– Nuestra invitada debe sentirse bien entre nosotros volvió a decir la voz suave ahora mucho más calmado.
No quise delatar los daños que me habían provocado durante el viaje, no quería meterme en problemas, ahora podía moverme al completo, me gire lentamente intentando identificar los vampiros que me rodeaban, cada uno de aquellos vampiros tenía los ojos de un color rojo intenso, como mama en años anteriores, todos estaban inmóviles mirándome, el aroma de cada uno de ellos era parecido, solo había un corazón que latía unos ojos azules como el cielo me miraban con curiosidad y asombro.
– Por favor,¿ qué queréis de mí? Podíais haber llamado y nuestra familia hubiese viajado para haceros la visita. No hacía falta este trato.
– Hay una razón por la cual el viaje ha sido de esta manera.
– ¡Que razón tendríais para cogerme por sorpresa y traerme de este modo a Roma! Conteste un poco furiosa.
– La inocencia que posees y los poderes que desarrollaste despiertan la curiosidad de todos los que estamos aquí presentes, queríamos experimentar algunas cosas contigo y si tus padres o familiares están presentes, estamos seguros que no podríamos hacer.
Ahí sí que me pillo la sorpresa, hablan de experimentos hacia mi persona y mis poderes, el corazón se aceleró de tal manera que estaba casi por salirse de mi pecho, el miedo comenzó a hacerse eco, vi de forma detallada como ellos al escuchar mi corazón abrían los ojos y ese rojo rubí inconfundible comenzaba a hacerse mucho más notable. Una carcajada broto de la cara de uno de ellos, era el rostro de Jane, veía en sus ojos la satisfacción de la tortura más horrible, y mi corazón volvió a retumbar en aquella habitación con mucha fuerza todavía. Parecía un tambor en guerra!
– Tranquila jovencita, no tienes nada que temer solo un par de cosas, podemos comenzar cuando quieras, así cuanto antes acabemos, antes podrás reunirte con tu adorada familia.
– Se claro Aro, que esperas de mí
Se encargaron de inmovilizarme, claro aparentemente, porque nadie me había puesto la mano encima todavía, alguien se acercó con un cuchillo, la hoja de acero brillaba por la luz de las relucientes lámparas de araña, aro extendió mi mano y zas! Un corte en la palma de la mano que comenzó a brotar un rio de sangre. Escuche como con mucha fuerza de voluntad todos ellos dieron un paso adelante pero con un gesto de Aro ni uno solo movió un dedo más. Aro con un dedo frio como el hielo recogió un poco de mi sangre y la degusto, el placer que demostraba su expresión y sus ojos hizo que se me helara la sangre, y el miedo volviese a mi cuerpo. Escuche un chasquido de dedos y una humana se acercó hasta la posición que ambos teníamos en aquella habitación.
– Apunta: la sangre de un semivampiro es totalmente apta para la alimentación de nuestro sequito.
– Si señor está listo. Dijo la humana que con curiosidad me miraba.
Apenas me dolía, Aro acerco su rostro hacia la herida sangrante de mi mano, y con fuerza apretó sus labios en la palma de mi mano y empezó a chupar, y chupar., me notaba casi mareada, entre el olor de mi propia sangre y que aquel hombre estaba chupando de la palma de mi mano, note como mi corazón disminuía el ritmo, me mareaba cada vez más, y más, en aquellos momentos toda mi familia estaba en mi mente, veía la muerte de cerca porque no había nadie para protegerme, ni mama, ni papa, ni mi adorado Jake, las caras de los presentes se empezaban a difuminar, todo daba vueltas, la luz se apagaba, hasta que al fin perdí la consciencia o quizá fuese mi vida todo se volvió negro.