Capítulo 2. Alice          Descubriendo mi nueva vida
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Me quedé allí muy quieta, pero… ¿Que había hecho? Yo quería cocinar el cerdo no beber su sangre, ni la del resto de los animales, en cuanto recordé la sangre el dolor de mi garganta aumento, no podía controlar la sensación de quemazón que sentía ni sabía exactamente cómo había pasado todo aquello. Pasaban los minutos y llegó el anochecer, decidí acercarme hasta el sanatorio, en el centro de Biloxi, no me  encontraba demasiado lejos de allí podía oler el irreconocible olor que todavía desprendía. Pero me siento fuerte y poderosa No sabía exactamente por qué debía de ir allí pero sin pensarlo más me puse de camino. Estaba asustada por alguien, pero no recordaba por quien tenía este sentimiento, es que allí me esperaba alguien de mi familia?

Camine por los caminos y encontré una casa que por las ropas que tenían secando parecía que vivía una mujer. Decidí coger la ropa y cambiar el aspecto de vagabunda, y vestirme como las mujeres en la ciudad, cuando me deshice de la ropa vieja quemándola en un barril, camine durante un tiempo más, ya no debía de estar lejos escuchaba a la gente hablar, unos decían que el sanatorio había quedado destruido y otros se preguntaban quién lo habría hecho.¿ Sería el mismo lugar a donde yo iba?

Camine pocas calles más hasta que llegue a mi destino, salía humo por los barrotes de las ventanas y había agujeros en las paredes de un tamaño exagerado. Parecía que habían atacado con misiles, pero sé que no es cierto. Cuando me quise asomar di un salto y cuando parpadee estaba subida en el tejado.¿ Como había hecho esto? no me acuerdo si antes también podía hacerlo, o ni siquiera cuando había aprendido a saltar así. Si, recordaba que me gustaba mucho bailar incluso a lo mejor era alguna bailarina me moví rápidamente por el lugar y encontré a una chica su olor embargo la habitación y llego hasta lo más profundo de mi garganta, aquello no era como con

El cerdo, es una sensación más violenta, no la puedo controlar, yo sabía que era muy fuerte porque había logrado matar con mis manos a unos animales bastante grandes  y no me habían hecho ni un solo rasguño, ella era una presa fácil. Intente pararme a hablar con ella pero no me dio tiempo le di un golpe contra la pared y salte hacia ella con el fin de saciar al monstruo que gritaba a través de mi garganta, ferozmente bebí y bebí hasta que el cuerpo muerto de la chica quedó en el suelo inmóvil, no escuchaba su corazón, podía escuchar otro sabroso latido en la planta de abajo este era muy débil, y poco acompasado.

 

La bestia que se apoderaba de mí en este momento me decía que bajara y me alimentase, pero cuando veía a la chica en el suelo muerta, me sentía mal por hacer aquello, de pronto el corazón débil dejo de latir, y  la bestia que me embargaba y la sed empezaron a disminuir. Me quede sentada mirando a la chica durante bastante tiempo, no sabía exactamente decir cuánto, pensando quien, cómo y por qué me había pasado a mí esto. No hallaba respuesta entre mis recuerdos. Solo veía oscuridad y más oscuridad.

Intuía que a lo mejor podía tener alguna clase de familia, hermanos o no se alguna clase de amigo que me ayudara. Decidí asomarme a la ventanita de la puerta,  y de repente vi mis ojos, rojos como los del mismísimo diablo, daba miedo verme tan pálida con el pelo extremadamente largo y los ojos rojos, tenía que cortarme lo un poco el pelo seguro que eso me favorecía.  En cuanto tome la decisión se borró mi vista y aparecí saliendo por la puerta del sanatorio con el pelo mucho más cortó. Volví en mí, no sabía que había pasado, ¿qué era aquello que había visto? Era yo ¿estaba segura pero como había hecho eso? Trate de dejar eso a un lado y buscar una tijera, seguro que en alguna habitación  la encontraba. Así fue, en una habitación que ponía director general dentro de un cajón había una tijera negra, y  huele muchísimo a óxido, comencé a cortar hasta que me quedo una media melena, me sentía mucho mejor con el pelo corto, parecía distinta,  observe entre los papeles de aquella habitación y me encontré con una carpeta que decía. Pacientes.. La palabra en si llamo mi curiosidad  y la abrí, mire rápidamente, había nombres de personas en aquellos papeles, y vi mi foto en una de ellas. Estaba segura que era yo. El papel decía:

 

Nombre: Alice Bandley

Nació en el siglo 23, alrededor de 1901 en Biloxi, Mississippi

Edad: 17 años.

La parte buena era que sabía cómo me llamaba, y cuando había nacido y donde.

La parte mala, era que allí no ponía nada de mi familia, y eso me deprimió un poco, tenía la necesidad de cariño y afecto. Me lleve el papel de mi ingreso en aquel sitio y me marche llena de dudas. Tenía que intentar averiguar algo más, no puedo conformarme con solo eso, conservaba la esperanza de encontrar a mi familia.

¿Los mataría? No espero que no.

 

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